El resveratrol es famoso por su poder antioxidante y su potencial efecto antienvejecimiento. Pero lo que pocos saben es que combinado con la quercetina, sus beneficios pueden potenciarse.
La quercetina es un flavonoide presente en manzanas, cebollas y frutos rojos. Al igual que el resveratrol, actúa como antioxidante, combatiendo radicales libres y reduciendo inflamación.
Beneficios juntos:
Mejor absorción: la quercetina puede inhibir enzimas que degradan el resveratrol, permitiendo que este permanezca más tiempo activo en el organismo.
Potente acción antiinflamatoria: ambos trabajan en sinergia para reducir procesos inflamatorios crónicos, clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Neuroprotección: estudios sugieren que la combinación podría proteger neuronas y retrasar procesos neurodegenerativos.
Posibles efectos antienvejecimiento: aunque la ciencia sigue en investigación, podrían influir en vías celulares relacionadas con la longevidad.
Eso sí: los estudios son prometedores, pero muchos están en fases preliminares o en animales. No significa que consumir suplementos garantice longevidad. La mejor estrategia sigue siendo una dieta variada, ejercicio y vida saludable.
Pero si buscás potenciar tu arsenal antioxidante, la dupla resveratrol-quercetina pinta como una combinación muy interesante para incluir… siempre bajo supervisión profesional.