Los adaptógenos son plantas o extractos naturales que ayudan al cuerpo a adaptarse mejor al estrés físico y mental. No son “energizantes” como la cafeína, sino que equilibran el organismo, contribuyendo a un rendimiento más estable.
Principales adaptógenos:
Ashwagandha: reduce el cortisol, mejora el sueño y puede aumentar la fuerza y resistencia.
Rhodiola rosea: combate la fatiga mental, ideal para deportistas en entrenos largos o estrés elevado.
Ginseng: aumenta la vitalidad y puede potenciar el rendimiento físico.
Schisandra: mejora la resistencia y ayuda a gestionar el estrés oxidativo.
Beneficios:
Reducción del estrés y ansiedad.
Mejora de la concentración y enfoque mental.
Posible efecto en el sistema inmune.
Incremento de la capacidad de recuperación tras entrenos intensos.
Aunque no sustituyen el entrenamiento ni la nutrición, los adaptógenos pueden ser aliados interesantes para quienes buscan mantener su rendimiento sin recurrir a estimulantes agresivos.
Eso sí: no son milagrosos ni aptos para todos. Siempre conviene probar dosis bajas y consultar con un profesional, especialmente si tomás medicación o tenés condiciones médicas.
