El ejercicio intenso es fantástico para la salud, pero también genera estrés oxidativo: una sobreproducción de radicales libres que pueden dañar células y tejidos si se vuelve excesivo. Aquí es donde los antioxidantes entran en juego.
Antioxidantes destacados:
Vitamina C: Protege músculos, ayuda a reducir el dolor muscular y favorece la recuperación.
Vitamina E: Fundamental para proteger las membranas celulares.
Polifenoles (resveratrol, quercetina, catequinas del té verde): Reducen inflamación y protegen contra el daño celular.
Selenio y zinc: Minerales antioxidantes que ayudan a mantener la inmunidad fuerte.
Curcumina: Potente antiinflamatorio y antioxidante.
¿Necesitás suplementos?
Para la mayoría de los deportistas recreativos, basta con una dieta rica en frutas, verduras, frutos secos y aceites saludables.
En deportistas de élite, entrenamientos extremos pueden requerir apoyo extra.
Cuidado: Tomar antioxidantes en exceso puede interferir en adaptaciones positivas del entrenamiento, como el aumento de fuerza o resistencia. El cuerpo necesita cierto nivel de estrés oxidativo para mejorar.
La mejor estrategia es el equilibrio: priorizá alimentos naturales ricos en antioxidantes y reservá suplementos para momentos puntuales, siempre con consejo profesional. ¡Así combatís radicales libres sin frenar tu progreso deportivo!