El mercado de suplementos mueve miles de millones, y lamentablemente eso atrae a oportunistas. Cada vez son más frecuentes los productos falsificados o de mala calidad que pueden afectar tu salud y tu bolsillo.
Señales de alerta:
Precio demasiado bajo: Si es un chollo irresistible, probablemente es falso.
Envases distintos: Colores, tipografías o detalles distintos al envase original.
Falta de sellos de seguridad: Tapas sin precinto, envases sin plástico retráctil.
Etiquetas borrosas o mal traducidas.
Compra en sitios no oficiales: Mercados online de dudosa reputación o vendedores sin certificaciones.
Código de lote inexistente o ilegible.
Consejos para evitar estafas:
Comprá siempre en tiendas oficiales o sitios reconocidos.
Revisá opiniones de otros compradores.
Compará el producto con fotos oficiales de la marca.
Usá apps que permiten verificar códigos de autenticidad.
Sospechá de ofertas demasiado buenas para ser reales.
No es solo cuestión de dinero: un suplemento falsificado puede no contener nada útil… o peor, ingredientes contaminados. Protegé tu salud y tu inversión. ¡Lo barato sale caro, especialmente en el mundo del deporte!
