Tomar suplementos no significa que tu cuerpo los aproveche al 100%. La biodisponibilidad es la clave: es decir, qué proporción del suplemento llega realmente a tu organismo en forma activa.
Tips para optimizar la absorción:
Tomalos con comida: Muchas vitaminas (A, D, E, K) son liposolubles y se absorben mejor con grasa saludable (aguacate, frutos secos, aceite de oliva).
Separá ciertos minerales: El calcio puede interferir en la absorción de hierro y zinc si se toman juntos. Si suplementás hierro, hacelo separado de lácteos o suplementos de calcio.
Elegí la forma química adecuada: Algunas formas se absorben mejor. Ejemplo: magnesio citrato o bisglicinato se absorben más fácil que el óxido de magnesio.
Bebé suficiente agua: Suplementos como la creatina requieren buena hidratación para ser eficaces y evitar molestias gastrointestinales.
Cuidado con el café y té: Pueden inhibir la absorción de hierro y otros minerales si se consumen juntos.
Además, recordá que el estrés crónico y los problemas digestivos (gastritis, intestino irritable) también reducen la absorción de nutrientes. Si invertís dinero en suplementos, vale la pena asegurarte de que realmente estén cumpliendo su función. Mejorar tu absorción es tan importante como elegir el producto correcto.