Los multivitamínicos son uno de los suplementos más vendidos en el mundo del deporte. Muchos atletas los consideran un seguro nutricional para cubrir posibles carencias. Pero ¿realmente todos los deportistas necesitan tomar un multivitamínico?
La respuesta es: depende. Para deportistas que llevan una alimentación variada y equilibrada, los suplementos multivitamínicos pueden ser innecesarios. Sin embargo, hay situaciones en las que sí conviene considerarlos:
Entrenamientos muy intensos o prolongados que aumentan el desgaste de ciertos nutrientes, como vitaminas del complejo B.
Dietas restrictivas (vegetarianas, veganas, hipocalóricas) que pueden generar déficit de B12, hierro, zinc o calcio.
Exposición a condiciones extremas, como entrenamientos en calor o frío, que incrementan la pérdida de minerales.
Fatiga persistente o defensas bajas.
No todos los multivitamínicos son iguales. Algunos contienen dosis exageradas que no solo son innecesarias, sino que pueden resultar tóxicas si se consumen de manera crónica (como exceso de vitamina A o hierro). La clave está en elegir fórmulas específicas para deportistas, con proporciones moderadas y enfocadas en vitaminas y minerales realmente esenciales:
Vitaminas del grupo B (clave para el metabolismo energético).
Vitamina D (especialmente si hay poca exposición solar).
Hierro (para mujeres o atletas con anemia).
Magnesio y zinc (para la recuperación y la función muscular).
En definitiva, antes de tomar un multivitamínico “porque sí”, lo ideal es evaluar la dieta, analizar necesidades específicas y, si es necesario, consultar a un nutricionista deportivo. Un suplemento bien elegido puede marcar la diferencia; uno innecesario, solo es dinero desperdiciado… o peor, un riesgo para la salud.