La concentración es clave, tanto en entrenamientos como en el trabajo. Muchos suplementos prometen “foco láser”, pero pocos tienen respaldo sólido. Te cuento cuáles sí pueden marcar diferencia.
Cafeína:
El rey de los estimulantes. Aumenta el estado de alerta, reduce la fatiga mental y mejora el tiempo de reacción. Efectivo, pero cuidado con excesos.
L-teanina:
Un aminoácido presente en el té verde. Combinada con cafeína, suaviza la ansiedad y produce foco mental más estable.
Rhodiola rosea:
Adaptógeno que reduce la fatiga mental y mejora la resistencia al estrés, muy útil en jornadas largas.
Omega-3:
Los ácidos grasos DHA y EPA contribuyen a mantener funciones cognitivas óptimas, especialmente en personas con bajo consumo de pescado.
Ginseng:
Puede mejorar la atención y el rendimiento mental, aunque los efectos son más suaves y variables.
¿Suplementos milagrosos? No existen. Ningún producto reemplaza buen sueño, alimentación equilibrada y pausas para descansar. Pero, usados bien, algunos suplementos pueden darte un empujón para mantenerte enfocado cuando más lo necesitás.