El resveratrol es una estrella del mundo wellness. Presente en la piel de las uvas y el vino tinto, se lo ha vinculado con efectos antiinflamatorios, neuroprotectores e incluso con la longevidad. Pero… ¿es el rey de los antioxidantes o comparte trono?
Resveratrol:
Activa sirtuinas, enzimas relacionadas con la longevidad celular.
Posee propiedades antiinflamatorias.
Se investiga por su potencial protector en el cerebro y corazón.
Baja biodisponibilidad oral, por lo que a veces requiere formulaciones especiales.
Otros grandes antioxidantes:
Vitamina C:
Combate radicales libres, fortalece el sistema inmune y favorece la recuperación muscular.
Vitamina E:
Protege las membranas celulares del daño oxidativo, clave en entrenamientos intensos.
Curcumina (cúrcuma):
Poderosa acción antiinflamatoria y antioxidante, útil en la recuperación post-ejercicio.
Quercetina:
Ayuda a combatir inflamación y estrés oxidativo, y puede potenciar el efecto del resveratrol.
La realidad es que no existe un “mejor” antioxidante único. Cada uno actúa de forma diferente y se complementan entre sí. En lugar de buscar “el elegido”, lo ideal es consumir una amplia variedad de antioxidantes naturales a través de frutas, verduras y suplementos específicos, si hace falta.
Resveratrol es prometedor, pero no es mágico. Lo más inteligente es construir un arsenal antioxidante diverso… y disfrutar del equilibrio.
