Las necesidades nutricionales de las mujeres deportistas pueden ser distintas a las de los hombres, tanto por factores hormonales como por diferencias en la fisiología y composición corporal. Aquí te cuento qué suplementos suelen ser más relevantes.
Hierro:
Las mujeres en edad fértil tienen mayor riesgo de déficit por las pérdidas menstruales. Una baja de hierro afecta el rendimiento, provoca fatiga y reduce la capacidad aeróbica.
Calcio y vitamina D:
Indispensables para la salud ósea. Las deportistas con baja densidad ósea o ciclos menstruales irregulares deben prestar especial atención.
Proteína:
Fundamental para la recuperación y el mantenimiento de la masa magra, especialmente en mujeres que entrenan fuerza o tienen dietas hipocalóricas.
Magnesio:
Ayuda a reducir calambres, mejora el sueño y controla el estrés.
Omega-3:
Ofrece beneficios antiinflamatorios, clave en entrenamientos exigentes.
Ácido fólico y B12:
Particularmente importantes en mujeres veganas o vegetarianas.
Más allá de suplementos, lo fundamental es individualizar las necesidades. Ningún producto reemplaza una alimentación equilibrada. Antes de suplementar, conviene realizar análisis y consultar con un nutricionista deportivo. La mujer deportista necesita cuidarse… ¡dentro y fuera de la pista!