Vitamina D y su impacto en la salud ósea y muscular.

La vitamina D es mucho más que la “vitamina del sol”. Es fundamental para la salud ósea, la inmunidad y el rendimiento deportivo. Sin embargo, gran parte de la población mundial presenta niveles bajos, sobre todo quienes viven en zonas con poco sol o pasan muchas horas en interiores.

Salud ósea:
La vitamina D regula la absorción de calcio y fósforo, minerales esenciales para la densidad ósea. Su déficit puede provocar fragilidad ósea, aumentando el riesgo de fracturas.

Salud muscular:
Niveles adecuados de vitamina D favorecen la fuerza y el rendimiento muscular. Se ha observado que su deficiencia se asocia con mayor riesgo de caídas y debilidad, especialmente en personas mayores.

Sistema inmune:
Contribuye a la función del sistema inmune, reduciendo la probabilidad de infecciones.

Rendimiento deportivo:
Algunos estudios sugieren que mantener buenos niveles de vitamina D podría mejorar la fuerza, la potencia y reducir el riesgo de lesiones musculares.

¿Cuánto necesitas?
Las recomendaciones varían, pero muchos profesionales sugieren mantener niveles en sangre entre 30-50 ng/ml. La dosis suele rondar entre 1000 y 4000 UI/día, pero siempre debe ajustarse con análisis de sangre y seguimiento médico.

En resumen, la vitamina D es clave tanto para deportistas como para la salud general. Tomar sol con precaución y, si es necesario, suplementar, puede ser la diferencia entre entrenar fuerte o luchar contra la fatiga y el riesgo de lesiones.

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